Cuando creamos una marca, estamos creando una identidad, una imagen, y un contenido sobre nuestra empresa, por lo que cada elemento integrado es fundamental para su correcto funcionamiento. La marca debe ofrecer significado y autenticidad.
¿Qué papel desempeña una marca en el interior de una empresa?
La marca desempeña un papel estratégico en el interior de las organizaciones, que a su vez se integra en la estrategia global de la empresa.
La misión de la marca no depende de su popularidad en el mercado, sino de la medida en que los públicos entienden que “detrás” de una marca existen una serie de valores, una filosofía, que guía al colectivo de personas que quieren desarrollar un proyecto empresarial con entusiasmo.
Elementos que debemos tener claros:
La visión
Tener una visión a largo plazo construye marcas destacadas, pero debemos enforcarnos diariamente en la creación de conexiones relevantes. La visión de la empresa es el camino que esta quiere seguir, el “hacia dónde vamos”.
La misión
La misión, es la razón de ser de la organización, el “para qué” de mi negocio. Con la misión, generamos conexiones relevantes entre marcas y consumidores a través de datos y contenidos. Las conexiones relevantes generan beneficios para las marcas.
Los valores
Estos últimos, son “los ideales o fundamentos” de mi empresa. Estos nos ayudan a definir los principios éticos de nuestra empresa y negocio.
Es importante comunicar a nuestros públicos estos tres elementos. La marca debe ser la herramienta que usamos para garantizar la visibilidad de todos ellos.
Diferencias entre la misión de un negocio y la misión de una marca.
La misión de un negocio tiene dos dimensiones, una dimensión formal o explicita que es la que transmitimos a nuestros públicos externos y una dimensión personal o implícita, que se encuentra en la mente y en el corazón de los miembros de la organización.
La misión de la marca también integra una dimensión formal que coincide con la misión formal de la empresa, y una dimensión personal que se encuentra en la mente de los stakeholders.
Mientras que la misión de la empresa se genera por interiorización (los miembros de la organización interiorizan la misión de la empresa), la misión de marca se crea por identificación (los grupos de interés identifican la misión de la empresa en la marca de la compañía).
Las instituciones llevan a cabo un duro esfuerzo para conseguir una diferenciación sostenida, es decir, elementos que les distingan de la competencia, de modo que calen en la mente de los consumidores, y estos puedan identificar la marca fácilmente a corto y largo plazo.
Algunos de los beneficios que obtenemos gracias a las marcas son:
Capacidad de adaptación a entornos cambiantes
Nos encontramos en un mundo de constante cambio, por lo que es de vital importancia saber adaptarnos a las nuevas tendencias, servicios y espacios.
Capacidad de generar confianza
Una marca bien gestionada tiene capacidad de influencia en el comportamiento de un consumidor y, por tanto, en sus decisiones de compra, generando predisposición y preferencia hacia un producto o servicio concreto o una empresa determinada.
Mejora la comunicación
Cuando una organización tiene una identidad bien identificada y coherente los portavoces saben qué decir y cómo decirlo para fortalecer la marca. Por ejemplo, todos los Starbucks tienen la misma imagen y venden productos similares.
Integración de todos los miembros de la organización.
Una marca bien gestionada permite integrar las subculturas de la organización, tener en cuenta a los empleados y generar en esta lealtad, así como compromiso hacia clientes y socios.
Por todos estos motivos, y muchos más la marca se consolida como elemento fundamental de un negocio, en muchas ocasiones aportando un peso fundamental tanto en el mercado como en la mente de los consumidores. Si buscas construir una marca original, personal, única y llena de fuerza, te recomendamos que consultes nuestros servicios.